En la actualidad la lengua se entiende distinto a como se concebía 50 años atrás. Ya no se ve la lengua como pura gramática, sino como medio de comunicación. El enfoque existente en esos años buscaba que el estudiante analizara, memorizara y aprendiera. Ahora se hace mucho énfasis en el uso y la funcionalidad de la lengua, en lo que se logra a través de ella.
Esto debido a que la lengua es un instrumento que permite que cada día los seres humanos puedan realizar, obtener y lograr múltiples cosas, por ello el carácter principal de los nuevos enfoques es ver la lengua como una herramienta practica del día a día.
El dominar la lengua hace que el individuo adquiera y posea las competencias comunicativas-lingüísticas necesarias para usar la lengua con propiedad, usándola adecuadamente según las situaciones y los contextos a que se vea enfrentado. Los enfoques comunicativos buscan que los estudiantes puedan hacer uso de la lengua sin dificultad no importa el contexto donde necesiten utilizarla.
Por ello se prevé a grandes rasgos que en la practica docente se realicen ejercicios de clase que recreen situaciones reales, de igual forma que los estudiantes trabajen con textos completos y que aprendan que es una lengua real y contextualizada, así como también que se coloquen a los estudiantes en parejas o en grupos.
De esta manera los estudiantes podrán desarrollar más rápidamente las cuatros habilidades lingüísticas: hablar, escuchar, leer y escribir. Que son las destrezas básicas para hacer un buen uso de la lengua y de manera funcional.
A pesar de las muchas discusiones, estudios y análisis que se han y se siguen realizando con relación a las habilidades orales y escritas; la recepción y la producción se ha puntualizado que estas no funcionan de manera aislada sino integrada por lo que la didáctica de estas habilidades debe ser igualmente integradas.
Ambas habilidades son indispensables para que se cumpla con el objetivo de una buena comunicación y un manejo estándar de la lengua, por ello tanto la compresión como el manejo de la expresión deben estar equilibradas e interrelacionas.
Basado en el libro de Ana Maria Maqueo