Donald Trump se tomó un momento durante un acto de campaña para ofrecer una sutil advertencia, mientras un avión volaba por encima de su acto al aire libre en New Hampshire: México podría estar preparando su ataque.

Al hablar sobre libre comercio, Trump habló del país vecino y sus relaciones comerciales con Estados Unidos. Mientras elogiaba con ironía a los funcionarios mexicanos, un avión lo interrumpió y él aprovechó para salirse del guión.

"Respeto a México, respeto a sus líderes, lo que nos hacen es increíble. Sus líderes son mucho más listos, mucho más perspicaces. Y es increíble", aseguró Trump durante su alocución. Fue entonces que el ruido de la aeronave le llamó la atención y lo interrumpió brevemente.

Entonces miró hacia arriba y disparó: "Ese podría ser un avión mexicano, allí arriba… listo para atacar", dijo. La ocurrencia, como cada vez que lanza frases polémicas, fue recibida con aplausos, vítores y sonrisas de sus seguidores.

Una reacción similar tuvo el día martes, cuando se refirió -y sin bromear- al método de tortura definido en inglés como "waterboarding", o bien ahogo simulado, que consiste en sumergir la cabeza del torturado en el agua hasta que sienta que está a punto de morir por falta de aire.

 

"Me gusta mucho y no me parece tan duro", dijo el precandidato republicano, que será consagrado como rival de la demócrata Hillary Clinton en la convención del GOP (siglas en inglés de Grand Old Party, el "viejo gran partido"). Será entre el 18 y el 21 de julio en Cleveland.