Hay muchas mujeres que se enfrentan a un nuevo cambio en sus vidas. A diferencia de lo ocurrido en generaciones pasadas, el climaterio y menopausia son etapas mucho más controladas.

Vivir sintiéndonos jóvenes, manteniendo la salud y autonomía, cuando pasamos los 50 -y las expectativas de vida son de 81 años-, es una realidad. Hablamos de una etapa que es mucho más que bochornos y de la que poco sabemos. Informadas y bien asesoradas, nos pueden esperar los mejores años de la vida. ¡Toma nota!

1.- Climaterio. Es la claudicación fisiológica de los ovarios, y la menopausia se refiere, básicamente, a la última menstruación. El climaterio -que empieza antes que la última menstruación- es denominado pre-menopáusico y el posterior, post-menopáusico.

2-. Cuando el ovario claudica, lo hace para siempre, por lo que la sobrevida de las mujeres en condiciones de carencia de estrógeno, considera un deterioro de su nivel de vida, lo que duplica el riesgo de enfermedades coronarias, aumenta el riesgo metabólico e incrementa el peligro de fracturas por osteoporosis, entre otros.

Esta etapa puede llamarse menopausia masculina, debido a que pueden atribuirse ciertas similitudes de este proceso con el que sufren las mujeres. Con este padecimiento, los hombres ven disminuida su potencia sexual, eso sí, de forma más gradual.

3-. La llegada a los 50 años viene junto a una serie de paradigmas de la vejez y síntomas que deterioran su calidad de vida. Es importante, para revertir esa situación, consultar a un profesional cuando aparecen indicios como dolor articular, insomnio, bochornos, sudoraciones o palpitaciones, alteraciones menstruales, molestias urinarias, sequedad vaginal y problemas emocionales, como depresión, ansiedad, angustia o irritabilidad.

4-. Para la Terapia de Reemplazo Hormonal (THR) hay perfiles de riesgo y beneficio que individualizan cada terapia. La mujer post-menopáusica puede reivindicar biológicamente su cuerpo privado de estrógenos con recursos que conocemos de la A a la Z. ¿Qué significa esto? Que se saben los riesgos, beneficios y cuáles son las mejores terapias según las características personales.

5-. Luego de 13 años de análisis de este estudio, se concluye que el tratamiento con estrógenos es seguro y efectivo. Además, se ha demostrado que los estrógenos conjugados disminuyen levemente, pero con significación estadística, el cáncer de mama. “Incluso solos, los estrógenos reducen, aunque mínimamente, el riesgo de padecer esta enfermedad”, asegura el Dr. Carlos Rencoret, ginecólogo, oncólogo mamario y Past President de la Sociedad Chilena de Mastología. Asimismo, aplicando la misma terapia, el riesgo cardiovascular decreció cuando se inició antes de los 60 años, o si no habían transcurrido más de 10 años desde la menopausia, es decir, desde la última menstruación.

 Fuente: Nueva Mujer