La mambera Juliana O'neal conmovió la noche del martes a los invitados a los Premios Soberano y los espectadores de la ceremonia, con un mensaje de esperanza y de positivismo ante su lucha contra el cáncer.
Este es el discurso íntegro de Juliana en los Soberano
Buenas noches, muchísimas gracias.
Primero a Dios que me tiene aquí. Vamos a intentar hacer esto. Estoy muy emocionada, demasiadas caras conocidas, muchísimas gracias de verdad.
En un mundo donde cada día es más difícil ser uno mismo, o saber qué camino tomar y a pesar de que una u otra circunstancia nos hace creer que no tenemos la fortaleza para seguir, o la voluntad o determinación para luchar, personalmente puedo decir que estoy cien por ciento segura de que rendirse no es una opción.
He visto el rostro de personas valientes que luchan por amanecer cada día con una sonrisa a pesar de que en su vida existe una nube gris, porque cada uno de nosotros a nuestra manera está librando una batalla.
En diferentes etapas de nuestras vidas nos enfrentamos a pruebas y dificultades que intenta derrumbarnos y en mi caso, a pesar de ellas, he decidido simplemente no quedarme ahí, he decidido seguir adelante y tratar de dar siempre lo mejor, y aun con mis defectos, con mis errores, es tan importante aprender a aceptarse y a quererse a uno mismo.
Hoy puedo decir que estoy muy orgullosa de ser una mujer soñadora, incansable, que aún en momentos, aunque he sido débil y frágil porque no soy perfecta, nunca he perdido la fe en que todo estará bien.
Pero yo no estoy aquí para hablar de mí ni de todo lo que he pasado, yo estoy aquí para que hablemos de todos, para que aprendamos a vivir en el agradecimiento ya que cada despertar es una bendición y un privilegio porque hay muchas personas que hoy no lo hicieron y mañana nosotros mismos no tenemos la certeza de que estaremos aquí, seamos agradecidos por eso que nunca pedimos pero por gracia tenemos. Dejemos de fijarnos en las cosas que no tenemos señores, vamos a hacer las paces con esas cosas que no llegaron a nuestras vidas por más que las anhelábamos, porque hay personas que a pesar de tenerlo todo no son felices.
En un momento de la historia en que parecería que se ha perdido la esperanza, en que mucha gente se odia sin razón, donde nos hemos convertido en adictos a los ‘likes’ y a las apariencias y a todo lo que eso envuelve, tengamos nuestra propia esencia, seamos diferentes, dejemos de pensar tanto en cómo me ven, qué piensan de mí, qué debo hacer para que me acepten, porque tú eres valioso, porque eres importante, y aunque algunas actitudes de los demás duelen, no cometas el error de tomarlo personal, no guardes rencores porque tú no necesitas equipajes innecesarios en este hermoso viaje llamado vida.
Y ahora todo el mundo quiere ser influencer, hasta yo quiero ser influencer, pero todos aquí somos influencer y lo que no lo sepan tienen que saber que son influencers de vida, de empoderamiento, de positivismo, de lucha, de amor porque la palabra tiene poder y la mente aún tiene más poder.
Soy una persona que a pesar de todo lo he pasado sigo aquí, soy única y eso me hace invaluable, me hace irremplazable y cada día acepto el reto de seguir dando pasos hacia mis sueños y buscarle lo bonito a la vida porque yo soy una guerrera igual que tú.
Dios los bendiga y vamos al mambo.