Si al inicio del clásico nos hubiesen dicho que sin Albert Pujols, Adrian Beltre, Johnny Cueto entre otros estelares que brillaron por su ausencia, pudiéramos reivindicarnos en esta versión 2013 del clásico mundial de beisbol, hubiésemos pecado de ilusos. 

Nadie imaginó que República Dominicana pudiera hacer historia en esta tercera edición del clásico al ganar de manera invicta, que el plátano seria el amuleto de los dominicanos o que el flechazo de Fernando Rodney sería tan famoso, que ha hecho que figuras destacadas tanto del ámbito deportivo como artístico, inclusive político se tomen una foto haciendo la señal que nos caracterizo en 7 de las 8 victorias obtenidas por el equipo. 

Nos enfocamos en las figuras estelares que no pudieron estar, incluso que de no tomar esto en cuenta el clásico podría desaparecer. Pero realmente, y no porque Dominicana sea el equipo campeón, sino porque en esta verdadera serie mundial donde participaron 16 países, se puso de manifiesto la fiebre de beisbol que se vive a nivel mundial, este ha sido uno de los clásicos más exitosos. 

Hoy  podemos disfrutar de ese hermoso  trofeo, que es una pieza de plata de 30 libras de peso y 25 pulgadas de alto, creado por la prestigiosa joyería Tiffany Co., que tiene su sede principal en la ciudad de New York y es la responsable del diseño y la fabricación de los otros trofeos de Grandes Ligas, como los de las Series de Campeonato, Serie Mundial y Juegos de Estrellas. 

Ahora bien este año los dominicanos  se reivindicaron y de qué manera, sacándose la espinita ante Holanda, venciendo en tres oportunidades a Puerto Rico, para coronarse con esta victoria que tiene un sabor muy peculiar y con una hazaña que pasará a la historia, y que podría ser igualada, pero no superada.

Este grupo de jugadores nos dio una valiosa lección: “cuando hay voluntad, y haces las cosas con el corazón, todo se puede, y que nadie deja de llegar, si de verdad se lo propone”. Desde los juegos de fogueo ellos mostraron una química y armonía increíble, que para mí fue el factor clave para lograr esta hazaña. 

Todo el crédito para ese talentoso dirigente  Tony Peña, que supo equilibrar ese cuerpo ofensivo y  monticular, para contribuir con ese resultado del que todos estamos disfrutando. 

Robinson Canó fue electo el más valioso, muy merecido, La aportación de Canó fue decisiva para que dominicana se proclamase campeona del Clásico Mundial de Béisbol y lo hiciese sin conocer la derrota en los ocho partidos que disputó, algo que nadie había conseguido hasta ahora.

Canó, concluyó el torneo con .469 de promedio, pego dos jonrones, impulso seis carreras y también anotó igual cantidad.

Samuel Deduno y los relevistas dominicanos maniataron los bates de Puerto Rico con una blanqueada de solo tres indiscutibles.

Japón gano los dos primeros títulos del Clásico, disputados en 2006 y 2009. Ganar el título era una misión importante  para los dominicanos y la cumplieron. Fernando Rodney  con su jocoso amuleto y su peculiar flechazo al finalizar cada salvamento le agrego un saborcito especial a cada victoria.

Todos jugaron un papel importante, así que simplemente nos queda quitarnos el sombrero ante este equipo de guerreros, que salieron día tras día a dejar todo en el terreno, y lograron poner en alto a nivel mundial nuestra bandera tricolor. 

Que orgullosos nos sentimos por el trabajo realizado por nuestros muchachos en esta tercera versión del clásico. Qué bien se siente ser campeón, que bien se siente ser Dominicano. 

Por: Yira Then