Tu pasado, con sus buenas y malas experiencias, ha hecho de ti lo que eres hoy. Foto: Shutterstock

Todos tenemos nuestra historia y no está en duda que muestre un pasado difícil, en el que el rencor, el mal ejemplo, el dolor o la indiferencia puedan haber hecho estragos.

Sin embargo, quienes somos en este momento es el fruto de todo lo que hemos vivido, lo bueno y lo malo, los momentos felices y los tragos amargos, los éxitos y los fracasos . Todo en conjunto nos ha formado a cada uno de nosotros.

Hay una historia que describe perfectamente la forma en que una misma experiencia de vida, a todas luces negativa, puede ser vista desde dos perspectivas distintas y por ende, el impacto que tiene se trasforma en algo que puede ser utilizado a favor o en contra.

Había dos hermanos , criados en el mismo hogar y, aunque cercanos entre ellos por la sangre, eran muy distintos el uno del otro. Habían compartido la dura experiencia de crecer, junto a un padre alcohólico, autoritario e irresponsable, quien estuvo varias veces en la cárcel.

El hermano mayor padecía de alcoholismo, dejó la escuela y al cabo de algunos años se casó. Frecuentemente maltrataba a su familia, apenas trabajaba, y muy seguido tenía problemas con la policía.

Cuando en una ocasión le preguntaron porqué actuaba de esa manera, él contestó: "Con un padre así y una infancia como la que tuve, ¿cómo habría podido ser de otra manera?"

El hermano menor, a pesar de compartir la misma historia , nunca dejó de estudiar y, a diferencia de su hermano, se convirtió en un atento y responsable esposo y buen padre. Llegó a ser también un exitoso empresario, que además, aportaba beneficios económicos y sociales a su comunidad. Ocasionalmente, era invitado a dar conferencias para compartir los secretos de su éxito y era escuchado con atención e interés por su audiencia.

Un día, en una entrevista, le preguntaron a qué atribuía el éxito que en su vida tenía y respondió: "Con un padre así y una infancia como la que tuve, ¿cómo habría podido ser de otra manera?"

Es un hecho que en la vida se nos presentan oportunidades que debemos aprovechar y que muchas de ellas están envueltas con una tela de dolor, que cuando sufrimos por algo, generalmente de la mano viene una gran enseñanza que nos ayudará a dirigir nuestros pasos hacia el bienestar y el éxito.

La naturaleza es tan sabia y nos proporciona lecciones invaluables de vida. Por ejemplo: hay ostras que forman perlas y otras que no las producen. ¿Por qué? Porque a ciertas ostras les entra un grano de arena o una "basura", considerada por la ostra como un objeto extraño y, para protegerse, empieza a secretar una sustancia que va envolviendo a esa basura. Con el paso del tiempo, esa basura se convierte en una valiosa perla.

No cabe duda que las "basuras" que entran en nuestras vidas, por motivos diversos, incluyendo las que uno mismo acepta, pueden ser consideradas agresores tan dañinos que terminen con nosotros, o como oportunidades que nos ayudarán a ser más valiosos y mejores personas .

Todos aprendemos lecciones a base de dolor, y son precisamente esas lecciones las que nos ayudarán a crecer personal, laboral y espiritualmente. Vale la pena analizar nuestro pasado y cómo ha influido en quienes somos actualmente. Recuerda una vez más: no es lo que te pasa lo que te afecta, es cómo reaccionas a lo que te pasa.

Dr. César Lozano, conferencista internacional y conductor de radio y televisión