Estar con él permitirá que aprenda a lidiar de forma sana con sus sentimientos, se desarrolle físicamente y sea inteligente

El primer año de vida es decisivo para la formación de un bebé no sólo en el aspecto físico sino en el desarrollo de su personalidad, inteligencia y su vida en general. Carmen Vignon, Pedagoga experta de la asociación Cuido a mi bebé (cuidoamibebe.mx) nos explica la gran importancia de tu presencia en el primer año de tu bebé.

Salud emocional, desarrollo físico e inteligencia

Las necesidades que se satisfacen con tu presencia durante esta etapa de tu bebé, y que son el cimiento para su desarrollo. son: 1. Crear un apego para desarrollar buena salud emocional

Las más intensas emociones de tu bebé surgen durante la formación del mantenimiento, la ruptura y la renovación de las relaciones de apego, responsables de poder tener una amistad, enamorarse, amar a los demás y a lo que uno hace, experimentar un duelo por una separación o pérdida y sobre todo el poder disfrutar la vida.

Establecer vínculos afectivos estables es una necesidad primaria tan importante como alimentarse: establecer un fuerte vínculo materno es vital para la supervivencia del bebé. Entre más interacción tenga un recién nacido con su madre, mejor será su desarrollo emocional. El periodo fundamental son los primeros dos meses: tu bebé se comunica contigo es a través de la mirada, de una sonrisa y llanto para satisfacer sus necesidades emocionales y de contacto físico. En este periodo tu bebé te prefiere sobre cualquier otro adulto.

2. Las necesidades fisiológicas

En el primer año de vida tu bebé crea el "almacén" de lo que necesitará para crecer y desarrollarse. Cuando laalimentación de un niño es deficiente en este periodo habrá consecuencias negativas en su crecimiento y desarrollo. La lactancia materna presenta la posibilidad de abarcar todas estas necesidades.

La lactancia promueve el óptimo funcionamiento del sistema renal, ayuda a que el bebé desarrolle bases en la atención y en el conocimiento cognitivo, favorece el lenguaje, ayuda a la audición y sobre todo, le da defensas contra enfermedades.

3. Las necesidades intelectuales

Como mamá, tú eres maestra y guía de tu bebé. A través del juego, sobre todo en el primer año de vida del bebé, tú le enseñas a enfrentar los diferentes problemas que se presentan. Una madre que está presente en el desarrollo del niño y que le da la posibilidad de que se enfrente a retos que desarrollen su tolerancia a la frustración y que le da responsabilidades acordes a su edad hace que su hijo tenga desarrolle su intelecto.

Este aprendizaje se manifestará en etapas posteriores, la sensibilidad de descubrir se siembra en esta etapa temprana. La inteligencia emocional y el fortalecer la voluntad, empieza desde los primeros momentos de la vida del bebé y es sumamente importante tomarla en cuenta porque formará el carácter del adulto.

¿Estuviste con tu bebé durante su primer año de vida? ¿Qué porcentaje de tu tiempo compartiste con él?