Desde casa o en el trabajo, hay mucho que podemos hacer para cuidar la salud de las venas. Además, te presentamos lo último en tratamientos restaurativos: no extirpan las zonas afectadas, sino que las reparan.

Para cuidar la salud de las venas, existen 10 "mandamientos" que puedes poner en práctica:

1. Haz actividad física

Realiza todo tipo de ejercicios que hagan trabajar los músculos de la pantorrilla, como caminar, correr, andar en bicicleta y hacer "aparatos" en el gimnasio. También resulta beneficioso practicar deportes: tenis, fútbol, básquet y vóley. Si no puedes realizar alguna de estas actividades, se recomienda hacer ejercicios de piernas en casa.

2. Cuídate en el trabajo

Si trabajas parada, es importante caminar todo lo que puedas. También se recomienda descansar las piernas cinco minutos cada dos horas, elevándolas sobre una silla o contra la pared.

3. Ponte las medias

Si ya tienes várices o antecedentes hereditarios, la sugerencia es usar medias de compresión.

4. Visita al doctor

Si aparece una várice o derrame, por pequeño que sea, lo mejor es no automedicarse y consultar con un especialista lo antes posible.

5. No ocultes tus piernas

Esconder el problema no lo soluciona. Es importante considerar a las várices como una afección de la salud, y no una mera cuestión estética.

6. No pierdas tiempo

Las várices constituyen una problemática progresiva. Retrasar el tratamiento puede resultar muy perjudicial.

7. Cuida lo que comes

Es muy importante que evites el exceso de peso corporal.

8. Dale libertad a tu ropa

No uses medias o pantalones muy apretados, ya que suelen dificultar el retorno venoso.

9. Evita la píldora

De ser posible, trata de no tomar hormonas femeninas, principalmente anticonceptivos.

10. No creas en las fórmulas mágicas

No hay que perder tiempo, dinero o ilusiones en cremas o pastillas, ya que son totalmente inefectivas. Si tienes várices, lo mejor es consultar a un especialista para que te recomiende el tratamiento adecuado.

Los nuevos métodos

Los tratamientos tradicionales –clínicos o quirúrgicos- ya no son la mejor solución para las várices y venas enfermas. Ahora está disponible un nuevo método llamado fleboterapia restaurativa, que reduce el diámetro de las venas y les devuelve su funcionalidad.

Esta técnica trata desde las "arañitas" hasta las várices de gran tamaño. Consiste en la aplicación de inyecciones en la luz del vaso sanguíneo, aún del más pequeño, de una sustancia de origen natural que repara la pared de la vena, lo que permite que la sangre fluya con normalidad.

Es un tratamiento corto, accesible y con menos riesgo que los conocidos hasta ahora. En una sola sesión se tratan zonas extensas de las piernas. Entre dos y cuatro sesiones son suficientes para disminuir el tamaño de las venas grandes –enfermas- a la dimensión normal, tanto en las piernas y pies como en el dorso de las manos. Así se soluciona no sólo un problema de salud, sino también estético.

Con este procedimiento puede dejar de ser necesaria la cirugía, salvo en casos especiales en los que se aconseje una minicirugía para reparar la válvula ostial de la vena safena.

Fuente: derf