Con el paso del tiempo la piel tiende a secarse y deshidratarse, volviéndose cada vez más difícil ocultar las arrugas con el maquillaje que utilizamos toda la vida. Pero, existen truquitos para renovarse.

Hoy tenemos trucos de maquillaje para pieles semijóvenes y prometo solemnemente no ilustrar el post con fotos de Susan Sarandon, que salvo en un par creo que apareció en todos. Es que es tan espléndida ella, ¡me encanta!

También han conocido ya por aquí mi devoción por Barbra Streisand, pero la eterna funny face no nos colabora demasiado en temas de maquillaje: se pinta poco y nada. Si la cara lavada o casi les queda como a ella, recomiendo el inmediato abandono de esta lectura. Pero si les gusta maquillarse y el estilo que siempre usaron ya no las convence tanto, unos pequeños cambios aquí y allá pueden obrar maravillas para que no dejen de verse, jamás, tan bien como se sienten. O colaborar con una inyección de autoestima, llegado el caso.

Con el paso del tiempo la piel tiende a secarse y deshidratarse con mayor facilidad. Muchas mujeres siguen usando polvo por la costumbre de luchar contra los brillos y el exceso de sebo. Pero es el momento para pasarse a las bases satinadas y apostar a pleno por los acabados radiantes y luminosos. Si no pueden renunciar a un toque mate, apliquen polvo solamente en la zona T. 

Los delineados con sombra o lápiz y la máscara de pestañas negra son los grandes aliados para agrandar los ojos y abrir la mirada. Los tonos de sombra que mejor sientan son los oscuros sin llegar al negro dramático: violetas, uvas, morados, marrones cálidos... si quieren sólo iluminar, un rosado. 

Si son fanáticas del rubor rosado desde siempre, prueben un cambio que las va a sorprender: para darle un toque radiante a las mejillas nada como un rubor en la gama de los marrones o duraznos con un matiz rosado sutil.
Y así como para los ojos conviene dejar de lado las sombras iridiscentes o nacaradas, llegó el momento de decirle sí al brillo en los labios y a los tonos frutales que los hacen ver definidos, voluminosos y divinos. ¡Aprovechen!

Y bueno, está bien... si insisten, ¡cerramos con ella! 

Fuente: elsolonline