¡Hay que mover ficha! Ojo, porque a menudo son ellos los que esperan que seamos nosotras las que demos el primer paso y, mientras tanto, tú te quedas con la duda de si en realidad le gustas... Pero, aunque él no lo quiera reconocer ni muerto, hay una serie de pistas que te dirán si también le molas.

Mirada «indiscreta»

La mirada es la clave, ya que sus ojos «hablan» por él. Si lo pillas «in fraganti» echándote el ojo encima y, justo en ese momento, él aparta la mirada, ¡ya es tuyo! Eso es que le da corte que descubras que te estaba mirando, pero es que ¡tú eres un imán para sus ojos!
Si en cambio eres tú quien lo mira y él baja la cabeza, ¡no es que no le gustes! Es que se ha sonrojado y ¡no quiere que le descubras!
Si sus pupilas se dilatan ¡es que le gusta lo que está viendo! Y si lleva gafas de sol, es que quiere protegerse y disimular...
Otro gesto que él tampoco podrá controlar es el parpadeo. Si ves que sus pestañas se mueven como un ventilador cuando está delante tuyo, ¡ya tienes otro signo de que le molas!

Súper simpático contigo

Cuando notes que él no para de hacerte reír con sus chistes y bromas, es la señal inequívoca de que le caes súper bien y de que ¡quiere impresionarte con su simpatía!
Encuentro casual

¡No creas en las casualidades! Si te lo encuentras en los sitios más raros en los que nunca hubieses pensado que él pudiese estar, ¡no es por casualidad! Fijo que él controla por dónde te mueves y quiere toparse contigo para romper el hielo...

Así viste, así te quiere

Otro gesto súper delatador es su forma de vestir. Si normalmente va sin peinar y pasa de arreglarse, pero justo el día en que sabe que os vais a ver, te aparece peinado y con una camisa nueva ¡que todavía lleva la etiqueta colgando!... No lo dudes, eso es que sin duda está tramando algo ¡y tiene que ver contigo!