Christine Lagarde, directora del FMI

Si Estados Unidos no logra subir su límite de endeudamiento, no sólo podría dañar a su economía, sino también la del resto del mundo, por eso debe solucionar la situación cuanto antes, dijo el jueves la jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Aunque la parálisis de la Administración estadounidense -causada por las diferencias en el Congreso sobre la financiación del Gobierno- no tendría mucho impacto en la mayor economía mundial en el corto plazo, los mercados globales podrían agitarse si el Congreso tampoco logra incrementar el techo de endeudamiento de 16,7 billones de dólares.

El Departamento del Tesoro dijo que Estados Unidos agotará su capacidad de endeudamiento, a más tardar, el 17 de octubre. Si no se llega a un acuerdo para subir el límite del país para endeudarse, los analistas esperan que semanas después de esa fecha el Gobierno se quede sin dinero para pagar las cuentas. "Es una misión crítica que esto se resuelva lo más pronto posible", dijo Christine Lagarde en Washington en un discurso previo a las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial de la próxima semana.

Lagarde aseguró que el crecimiento en Estados Unidos ya ha sido afectado para demasiada consolidación fiscal y será menor al 2% este año para acelerarse alrededor de un punto porcentual más en 2014.

El Congreso de Estados Unidos impuso, este año, el llamado secuestro -una serie de recortes del gasto gubernamental- luego de que no logró acordar un paquete presupuestario más amplio. La jefa del FMI dijo que los mercados emergentes han sufrido desde que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció sus planes de reducir eventualmente su estímulo monetario, lo que desató la salida de flujos porque los inversores apostaron a un alza de tasas en las economías desarrolladas. Lagarde dijo que la turbulencia podría reducir el Producto Interno Bruto (PIB) en las grandes economías emergentes en un rango de 0,5 a 1 punto porcentual.

La política monetaria ayudó a rescatar a la economía global después de la crisis financiera mundial. Pero mientras Estados Unidos se prepara para desacelerar el ritmo de sus inmensas recompras de bonos, debe tener en cuenta que sus políticas afectan a gente y mercados alrededor del mundo, dijo Lagarde.

"Estados Unidos tiene una responsabilidad especial: implementar (una normalización) de manera ordenada, ligándola al ritmo de recuperación y empleo; comunicar claramente y mantener un diálogo con los otros", sostuvo.

En pleno tercer día de cierre de gobiernoBarack Obama dio un encendido discurso en Rockville, Maryland, donde atacó a los congresistas que impiden que el Gobierno pueda disponer normalmente de fondos para la administración pública, con el polémico seguro de salud como trasfondo del conflicto que mantiene paralizadas buena parte de las actividades estatales en Norteamérica.

"Lo que va a dañar la economía no es la ley de salud, es la falta de voluntad de los republicanos", disparó el presidente norteamericano, visiblemente enojado y "cansado", tal como él mismo lo manifestó.

"El cierre no tiene nada que ver con el déficit, el gasto público o con el presupuesto... Tiene que ver con la obsesión de los republicanos de quitarle fondos a la ley de salud y quitarles la posibilidad a los ciudadanos de tener un seguro médico", disparó el mandatario, un día después de haber mantenido una reunión con los líderes republicanos para tratar el tema del llamado Obamacare.