La actriz quiere recuperar su imagen pública por lo que planea contratar a un gurú como consejera espiritual

Lindsay Lohan, quien sigue envuelta en problemas legales, se ha dado cuenta de que no todos sus amigos son una buena influencia, por lo que ha decidido cambiar su estilo de vida y deshacerse de algunas de las personas que la rodean.

"Ella no ha querido responder algunos mensajes ni ha devuelto las llamadas de personas con las que habitualmente sale de fiesta. Se está dando cuenta de que hay personas que son una mala influencia, que ven gracioso que rellene botellas de alcohol para salir de fiesta, que pase la noche entera en los bares de Nueva York y que salga desfavorecida en las fotos. Estos no son buenos amigos", contó una fuente al periódico New York Daily News.

Además, la que fuera chica Disney quiere compartir esta nueva etapa con Max George, miembro del grupo The Wanted, lo que cree que contribuirá a devolverle una buena imagen pública. Con este nuevo romance, Lindsay quiere conseguir una imagen similar a la que transmiten Taylor Swift y Harry Styles, aunque sus amigos creen que todavía necesita tiempo para estabilizar su relación.

"Sabe que todo el mundo admira a Taylor, y que tiene una buena imagen. Pero su relación es totalmente diferente, ella se comporta [con Max] como una groupie", añadió.

Para limpiar su imagen, Lohan también podría haber precisado de la ayuda de una consejera espiritual, una gurú a quien conoció cuando era pareja de la DJ británica, Samantha Ronson.

"Hace unos años, cuando salía con Samantha, [Lindsay] conoció a una gurú que trabajaba con la familia Ronson. [La actriz podría haber contactado con ella porque] ha trabajado con muchas celebridades", señaló.