La agrupación ha adoptado actitudes que no responden a la conducta clásifica de confrontar al enemigo principal

El Partido Revolucionario Moderno (PRM) se encuentra en un momento crucial para definir su desempeño en el proceso electoral de 2020, pero su principal problema será vencer el aparente déficit de comprensión acerca del papel de las contradicciones, y sustancialmente, apreciar con calidad la naturaleza de sus enemigos para poder elaborar una estrategia que maximice la visualización del principal y el secundario.

Esa limitación no es reciente, toda vez que durante el proceso electoral de 2016 cuando debió enfrentar la reelección del presidente Danilo Medina, con sentido de oportunidad, es decir, desde el momento en que se fueron conjugando los factores para reformar la Constitución de la República, privilegió al contendor equivocado, Leonel Fernández.

Entonces se libraba una lucha en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) por la candidatura presidencial, que al poco tiempo se inclinó hacia un lado, cuando Fernández fue fieramente atacado desde el gobierno con el tema del déficit fiscal, las “revelaciones” de Quirino Ernesto Castillo y el asedio a varios miembros de su equipo de gestión.

La lucha contra la reforma constitucional fue liderada por un débil ex presidente al cual le habían sonsacado sus seguidores y resultó vencido en los órganos de su partido, cuando el 26 de abril de 2015 el Comité Político del PLD reunido en Juan Dolio, San Pedro de Macorís, decidió promover una reforma constitucional para permitir la reelección de Medina, con una votación de 20 reeleccionistas de los 35 miembros de ese Comité.

La resistencia a esa reforma había sido protagonizada por Fernández y sus seguidores en el Congreso, pero finalmente fue aprobada el 13 de junio de 2015, con 181 votos a favor y 39 en contra, después de un acuerdo entre Medina y el expresidente.

En un importante tramo de la precampaña para las elecciones de 2016, los estrategas del PRM dedicaron demasiado tiempo a Fernández, sin percibir que la reforma constitucional pasaría, y que a él le correspondería defender su constitución de 2010. Aislado, peleó solo, para luego pactar con sus compañeros de partido. Entonces, el PLD administró esa crisis y participó formalmente unido en las elecciones de 2016.

Al PRM no se le puede atribuir la campaña de descrédito contra Fernández desde 2013, en la cual ciertos movimientos sociales jugaron roles protagónicos ni tampoco la derrota al interior del PLD, pero al final vio pasar la reforma constitucional de 2015. Luego, su candidato tuvo que batirse con el enemigo principal, que ya gozaba de un fuerte apoyo popular.

El actual proceso tiene hasta ahora en común con la experiencia de 2016 que probablemente el PRM tendría ante sí la posibilidad de influir en el curso de la historia que decidirá la suerte de la candidatura del PLD. En el caso de que el sector del presidente Medina decida intentar la reelección, obviamente tendrá que presentar el proyecto de reforma ante el Congreso Nacional, donde la oposición tiene una importante representación. Se convertiría en un escenario en el que se decidiría el contendiente principal en las próximas elecciones, aunque ya se dice que los votos para la reforma constitucional están asegurados, entre ellos, diputados de esa agrupación.

 

Fuente: https://elcaribe.com.do/2019/01/24/panorama/politica/el-prm-muestra-un-deficit-de-comprension-del-valor-de-las-contradicciones-en-la-lucha-politica/