Luego de los asesinatos del día de ayer en los que murió el Alcalde de Santo Domingo Este junto a su guardaespaldas y en Santiago, Antonio Castillo de la Rosa, el padre de la ex Miss Republica Dominicana, podemos darnos cuenta de que esta sociedad está enferma.

Como es posible que por el simple hecho de rozar un vehículo una persona le quite la vida a un hombre de trabajo. La vida ya no cuesta nada. La prepotencia y la falta de educación van acabar con nuestra sociedad y país.

La tragedia del asesinato de Juan de los Santos en su despacho de FEDOMU ha consternado a todos los dominicanos en el mundo, dejando boquiabiertos a todos. Si eso le pasó a una persona de la clase del Alcalde, ¿que no le puede pasar a un simple ciudadano de este país? Los dominicanos estamos muy preocupados con lo sucedido.

Al parecer las autoridades estaban esperando que ocurriera una tragedia como esta para someter alguna ley de que en todos los lugares donde se aglomere personas debe hacerse registros y no dejar personas entrar armados a lugares públicos. Pongo por ejemplo al Ayuntamiento de este municipio, San Francisco de Macorís, donde hacemos vida; cualquier persona puede entrar al lugar y llegar al lado del Alcalde y los Regidores sin que sea revisado. A las sesiones del Concejo todos entran y nadie se mete con nadie y me atrevo a decir que hasta hay Regidores armados ahí dentro.

Creo que para la seguridad de todos, ya que en este país existen un sin número de armas de fuego; donde se vaya a reunir más de diez personas debe revisarse cada persona antes de entrar al lugar.

Demos gracias a Dios que todavía no ha aparecido un “loco” con problemas económicos, como Luis Félix Félix, el asesino de Juan de los Santos, y se ponga a realizar disparos contra un grupo en un centro comercial o un cine.

Dios continúa protegiéndonos antes de que se desate algo más grande!