"El que busca encuentra”, reza un conocido refrán que para algunas mujeres cada vez se convierte en una realidad. Al menos así lo percibe Olga Nieves (nombre ficticio), una mujer casada hace doce años que tras revisar el celular de su esposo encontró en el Whatsapp una situación que podría ponerle fin a su matrimonio.
Olga, según cuenta, había notado desde hace unos meses que su esposo vivía pegado al celular. Se la pasaba conectado a los populares grupos de la red de mensajería Whatsapp, utilizada como una herramienta rápida de conversación.
Ella le cuestionó en múltiples ocasiones a su esposo con quién se comunicaba todo el tiempo. La respuesta de su marido siempre era la misma: “con los muchachos del grupo”. Pero la intuición de la madre de dos niños la puso en alerta. Olga no aguantó más y mientras su esposo dormía, tomó el celular y pudo acceder a la cuenta de Whatsapp de su marido.
Allí en medio de las decenas de notificaciones encontró que su esposo mantenía una relación con otra mujer en el Whatsapp.
Para su sorpresa, al revisar todos los mensajes descubrió que la mujer no vive en Puerto Rico y que aunque había fotos y mensajes de contenido sexual todo parecía indicar que su esposo y la otra nunca han tenido un encuentro en persona.
Se trata de una relación basada en el sexting, que no es otra cosa que el envío de mensajes e imágenes explícitas por celular. De hecho, las redes sociales como SnapChat y Kik Messenger,son las más utilizadas por los jóvenes para practicar la modalidad del sexting.
Olga, devastada y con la cabeza llena de dudas, confrontó a su esposo quien admitió que mantiene una relación por teléfono con esa mujer. Él dice que no conoce a la mujer y que nunca se han visto. Asimismo, aseguró que la mujer vive en Estados Unidos, que se conocieron por Facebook y que solo tienen esas conversaciones de índole sexual como un juego ya que, según él, no desea conocerla, narra Olga quien se encuentra en la disyuntiva de perdonar y restaurar la relación, o divorciarse.
“Lo primero es que aunque no se haya dado el encuentro físico, en este caso hay una infidelidad. Hay una falta grave del esposo hacia la esposa. A veces los hombres no se reconocen como adúlteros hasta que no tienen una relación coital. Esto es un asunto de honestidad, fidelidad y confianza que se quebrantó. Adulterio es permitir un tercero en la relación”, sostiene el pastor y consejero de matrimonio Luis Roig.
Roig y su esposa Cynthia Roig pastorean una iglesia en Trujillo Alto y desde allí aconsejan a matrimonios en crisis. Ambos dicen ser testigos de cómo las redes sociales, cuando son utilizadas de manera incorrectas, han lacerado las relaciones de pareja.
“Las redes sociales han afectado el matrimonio seriamente. No solo el Whatsapp, sino las redes sociales en general. Existe un índice bien alto de divorcio por esta causa. Nosotros hemos consultado matrimonios que están en crisis y una infidelidad se puede perdonar, pero ambas partes tienen que querer y actuar en favor de restaurar la relación”, indica la pastora.
El matrimonio de consejeros hace referencia a un estudio de Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking Journal que arrojó que en el mundo, en el 2014, hubo 28 millones de divorcios relacionados o ligados a las redes sociales.
Otros estudios en Estados Unidos revelan que uno de cada cinco divorcios están ligados con alguna relación a las redes sociales. Los consejeros enfatizan que este tipo de comportamiento de ser infiel, ya sea mediante el sexting o entablar relaciones con otra identidad a través de la red de mensajería suele gustar de primera intención por a secretividad del asunto.
En otros casos el hombre o la mujer no está dispuesto a cambiar su rol dentro del matrimonio y, aunque están casados, piensan que pueden continuar con su estilo de vida de soltero.
“La infidelidad es caso a caso. Un caso es no entender mi nuevo rol de esposo o esposa y trasladar la soltería al matrimonio. Además están los varones mayores de 40 años que experimenta la segunda adolescencia y cambian el enfoque y vuelven a exhibirse, hacen ejercicios y desean hacer lo que hicieron a los 18 años. En el caso de ancianos les da a veces con buscar otra tipo de satisfacción sexual. Estas son algunas de las variantes de la infidelidad”, detalla el pastor sobre el comportamiento del hombre infiel.
Ambos aconsejan que una vez se descubra la infidelidad se debe confrontar a la persona con evidencia, no basado en un mensaje de texto que lea “que linda te ves hoy”.
– Damaris Hernández Mercado